Pura y Limpia del Postigo | EL RELICARIO DE SAN JUAN PABLO II AL DETALLE
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EL RELICARIO DE SAN JUAN PABLO II AL DETALLE

19 Jun EL RELICARIO DE SAN JUAN PABLO II AL DETALLE

La Hermandad de la Pura y Limpia Concepción sigue inmersa durante todo el mes de Junio en la celebración del XXV aniversario de la Visita Pastoral de San Juan Pablo II, que alcanzó su parte central la semana pasada con la entrega y exposición de la Reliquia del Papa Santo, que a partir de ahora podrá venerarse en el Postigo del Aceite.

Por ello, para los que no habéis tenido aún la ocasión de acercaros por nuestra Capilla, queremos llevaros el detalle de la elegante y sencilla obra que Orfebrería Ramos ha diseñado y ejecutado para contener tan importante reliquia.

El relicario, realizado en plata de ley, es una cruz de tres brazos llamada cruz triple de los pueblos de occidente o popularmente, Cruz Pontificia. Sus tres travesaños simbolizan la iglesia, el mundo y el cielo, encontrándose reservada para uso papal. Así mismo, existen paralelismo con la triple tiara papal que corona el escudo de cada Pontífice.

En la base cuadrada de la Cruz Pontifícia, puede apreciarse una cartela por cada cara de la base. La cartela principal contiene el escudo de San Juan Pablo II, mientras la cartela trasera el escudo de la Pura y Limpia Concepción.

En ambas cartelas laterales se encuentra sendas jarras de azucena, a imagen y semejanza de las que flanquean la Giralda en el escudo de la Archidiócesis de Sevilla, pero que en esta ocasión flanquean la reliquia de San Juan Pablo II. Un hermoso símbolo en donde Sevilla abraza a aquel hombre Santo que nos visitó hace justo 25 años.

Por último, siendo lo de mayor importancia, en el centro de la pieza, equivalente al transepto de la cruz, se encuentra la reliquia de San Juan Pablo II consistente en un trozo de sotana impregnada de su sangre, procedente del teriible atentado que sufrió en la Plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981, donde recibió cuatro disparos del turco Alí Agca.

En definitiva, una pieza única, sencilla y medida, diseñada con expresas referencias al Santo Padre y su visita a la ciudad de Sevilla, que está a la altura de una efeméride que se guarda en el corazón de Sevilla, cuanto el San Juan Pablo II se arrodilló ante la Pura y Limpia del Postigo.

 

 

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